Después de lo ocurrido en Palma, la erupción del volcán, queremos explicarte un poco la importancia de las redes de telecomunicaciones en la gestión de estas catástrofes.
Los equipos de emergencia, que sobre todo y lo primero que tienen que conseguir es salvar el mayor número de vidas posible, necesitan una red de información exacta y fiable.
Mucho han cambiado las cosas en las últimas décadas en las que una erupción de un volcán pillaba desprevenido a propios y extraños. En el caso de la Palma, pese al desastre, no ha habido que lamentar fallecimientos por una red de telecomunicaciones que ha funcionado como un reloj.
De esta manera hay una vigilancia y monitorización de la catástrofe a tiempo real. ¿Cómo es eso posible? En el caso de la isla las telecomunicaciones están a salvo y no hay riesgo de apagón pese a que la lava está arrasando todas las infraestructuras. Es verdad que la lava ha sepultado torres eléctricas, cables, repetidores… pero el Gobierno Canario cuenta que «diferentes puntos se han reforzado con grupos electrógenos por si el suministro eléctrico cayera”.
De todas formas la zona cuenta con una red de antenas de telefonía móvil relativamente tupida. Además existen los cables submarinos que por el momento no corren peligro ya que no pasa ninguno cerca de la costa oeste de la isla.
Otra cosa es que el volcán se convierta en un plató de televisión. Pese a que la cobertura no se ha visto afectada, ya queda en la deontología de cada medio cómo tratar la información. Un buen ejemplo de cómo hacer las cosas bien es la de la televisión canaria, que ha optado por no sacar imágenes de casas derruidas ni de afectados para no minar más la moral de sus habitantes y preservar su intimidad.
Comunicación sí, pero para lo que de verdad importa.
*Varias fuentes. Imagen vía #Europapress