La dirección de Euskaltel ha transmitido recientemente al comité de empresa la decisión del consejo de administración de la compañía de continuar con el proceso de externalización de servicios, iniciado meses atrás con el área de sistemas. La compañía desveló que mantiene negociaciones avanzadas para subcontratar también el mantenimiento de redes, proceso que afectaría a otros 136 empleados de la firma.

El contrato con la empresa GFI, que prestará a partir de ahora el soporte en el área de sistemas y que supondrá el traspaso de unos 36 empleados, se firmará en los próximos días. GFI garantizará el mantenimiento de los puestos de trabajo durante todo el tiempo que dure la relación con Euskaltel, también la localización en el País Vasco, las mismas condiciones laborales que tenían los empleados en la empresa de telecomunicaciones y, al parecer, se ha comprometido ya a aplicar subidas salariales en los próximos años.

En el caso de redes y según la información transmitida por la dirección a los representantes sindicales, Euskaltel tiene ya sobre la mesa varias ofertas y todo apunta a que dos de ellas serán las que entren en la recta final de negociaciones. Se trata de la china Huawei y la sueca Ericsson, los dos principales fabricantes mundiales de equipamientos de telecomunicaciones.

Ofertas en la mesa

Al parecer, estas empresas se han comprometido no sólo a establecer en el País Vasco su cuartel general para el mantenimiento de redes en España, sino que ello implicaría un aumento de plantilla. Al menos en el caso de Ericsson, que se ha adjudicado recientemente este mismo servicio como proveedor de Orange, la empresa no solo ha garantizado estabilidad en el empleo, sino que también ha hecho una oferta para alquilar un edificio, propiedad de Euskaltel y situado en el Parque Tecnológico de Zamudio. La concentración en Zamudio de los servicios de mantenimiento de redes de Euskatel y de otras compañías, apuntaron, puede suponer la generación de 100 puestos de trabajo adicionales a los 136 que serán heredados de la firma vasca de telecomunicaciones.

La dirección de la empresa también desmintió ayer a los sindicatos las insinuaciones de que está preparandose para una venta posterior.